El Dr. Joan Gual, cardiólogo y presidente del Comib, ha moderado la charla en la que la Conselleria de Salut, asociaciones de pacientes y especialistas en cardiología han debatido sobre esta cuestión. Han participado el director general de Planificación de la Conselleria de Salut, el doctor Juli Fuster, y diversos cardiólogos como el Dr. Oriol Bonnin, jefe del Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital de Son Dureta, el Dr. Berna y el Dr. Ribas como colaboradores de ArCor, el Dr. Tomás Ripoll, Jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Son Llàtzer y el propio Dr. Gual, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital General.
Durante la mesa redonda celebrada en el Comib, el Dr. Juli Fuster se ha comprometido a empezar la implantación de la rehabilitación cardíaca en Baleares con uno o dos centros de pilotaje, que “podrían entrar en funcionamiento en tan sólo unos meses”, ha adelantado.
Los expertos han coincidido en la necesidad de impulsar el papel de las asociaciones de pacientes y el de los profesionales de la atención primaria, como actores muy importantes para crear una conciencia social hacia la rehabilitación cardíaca. Es más, las asociaciones podrían actuar cuando el paciente todavía se encuentra hospitalizado y la atención primaria canalizar a los pacientes hacia los centros de rehabilitación.
Los participantes en la mesa redonda han resaltado la importancia de la rehabilitación física y psicológica en pacientes cardiópatas crónicos o agudos, lo que pone de relieve que estos servicios deben ser multidisciplinares, con cardiólogos, endocrinos, psiquiatras, enfermeros y nutricionistas. En los diferentes proyectos que se han presentado hasta la fecha, y que ninguno ha llegado a buen fin hasta ahora, se destaca el interés de numerosos profesionales en participar y poner su trabajo para favorecer la recuperación de los enfermos cardiacos.
Pero, como reconoce el Dr. Tomás Ripoll, Jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Son Llàtzer, “en España no surgen nuevos profesionales que se dediquen a la rehabilitación cardíaca y, entre los cardiólogos jóvenes, hay menos interés aún”. Este hecho se debe a que no hay una tradición en rehabilitación cardíaca en nuestro país, como sí ocurre en Centroeuropa y Estados Unidos. Así, además de una tarea docente y pedagógica entre los pacientes para que acudan a estos servicios, debe hacerse también, como afirma el Dr. Fuster, “entre los mismos cardiólogos para que remitan a los pacientes hacia los centros de rehabilitación”.
Via: comib.com