- 8 lonchas de jamón york.
- 8 lonchas de queso emmental.
- 4 cucharadas de aceite de oliva.
- Unas tostadas de pan.
- Unas ramitas de apio.
Extendemos las lonchas de jamón york y sobre ellas colocamos las lonchas de queso emmental. Enrollamos sobre sí mismas las lonchas de manera que el queso quede enrollado en el jamón. Ensartamos cada rollo con un palillo de lado a lado. En una sartén antiadherente con unas cucharadas de aceite de oliva doramos los rollitos hasta que la superficie esté dorada y el queso fundente. Sacamos de la sartén, dejamos templar y cortamos en rodajas gruesas colocando sobre unos panecillos tostados. Acompañamos de unas hojas de apio troceadas y servimos al instante antes de que se enfríe el queso. También podemos dejar montados estos entrantes y en el momento de servir, templarlos ligeramente en el microondas.
Esta sencilla y rápida receta es una de las más aceptadas por los niños y los adolescentes. Su elaboración en casa con ingredientes naturales, representa una alternativa a los san jacobos precocinados. La combinación de jamón york con queso proporciona una cantidad interesante de proteínas de buena calidad. El queso, es una de las mejores fuentes de calcio, contribuye a mantener los huesos en buen estado. El jamón y el queso son alimentos con una cantidad de sodio considerable, por lo que deben tomarse con moderación en caso de hipertensión. El consumo esporádico de este tipo de preparaciones caseras resulta adecuado para personas que deban moderar el consumo de grasas en la dieta o para aquellas que tengan que restringir el aporte calórico si se compara con los precocinados.
De postre hoy unas cuantas almendras tostadas.
Receta muy fácil de hacer. El tiempo que habéis ganado lo podéis dedicar a hacer un buen masaje en la cabeza a vuestro compañero o compañera.