Obesidad y sexualidad femenina.



Un estudio norteamericano muestra que las mujeres con exceso de peso son tan activas sexualmente como aquellas que tienen peso normal

El índice de masa corporal (IMC) de una mujer no tiene un papel significativo en su actividad sexual, según revelan los resultados de un estudio de Universidad de Hawai (Estados Unidos), que se publica en “Obstetrics and Gynecology”.

"Las mujeres obesas o con sobrepeso son tan activas sexualmente como aquellas con peso normal y necesitan también información sobre los riesgos del embarazo no planificado e infección", indicó la Dra. Bliss E. Kaneshiro.

El equipo dirigido por la Dra. Kaneshiro analizó las respuestas de 6.690 mujeres de 15 a 44 años que participaron en la Encuesta Nacional 2002 de Crecimiento Familiar. La cohorte era representativa de las mujeres que vivían en ese momento en Estados Unidos. La mitad tenía entre 30 y 45 años y alrededor del 16% estaba entre 15 y 19 años.

El 54% presentaba peso normal (IMC menor a 25). Otro 25% tenía sobrepeso (IMC entre 25 y 30) y un 21% presentaba obesidad (IMC superior a 30).

Los grupos organizados según el peso tenían características similares de edad, estado civil, etnia, educación e ingreso total. Pero una mayor proporción de mujeres con peso normal dijo que no había tenido un hijo hasta ese momento y una mayor cantidad de mujeres con sobrepeso y obesidad dijo que había tenido tres o más hijos.

El equipo no halló diferencias significativas entre los grupos relacionadas con la orientación sexual, la frecuencia de las relaciones sexuales, la cantidad de parejas actuales, la edad de la primera relación sexual o la cantidad de parejas masculinas desde entonces o en el último año.

Sin embargo, el equipo observó de manera inesperada que las mujeres obesas y con sobrepeso tendían a informar una mayor historia de relaciones sexuales con un hombre que las mujeres con peso normal, aunque la primera relación fue más tardía.

Los autores sugieren que se necesitan más estudios sobre la asociación entre el IMC y el comportamiento sexual femenino, dado que esa asociación podría aumentar el riesgo de embarazos no planificados y enfermedades de transmisión sexual.

Via: jano.es